Muere Taylor Hawkins, baterista de Foo Fighters

El músico, de 50 años, ha sido encontrado muerto en su habitación del hotel antes de la actuación que el grupo tenía prevista en el festival Estéreo Picnic de Bogotá, Colombia


El baterista Taylor Hawkins, de Foo Fighters (la banda de Dave Grohl, excomponente de Nirvana), murió la noche de este viernes en su habitación del hotel Casa Medina, en Bogotá (Colombia), donde la banda estadounidense tenía previsto tocar como cabeza de cartel del día en el festival Estéreo Picnic. El músico tenía 50 años y no se ha comunicado la causa de la muerte.

“La familia Foo Fighters está devastada por la trágica y prematura pérdida de nuestro querido Taylor Hawkins. Su espíritu musical y su risa contagiosa vivirán con todos nosotros para siempre”, escribió la banda en su cuenta de Twitter.

La muerte de Taylor Hawkins cayó esta noche como una bomba entre el público que esperaba para ver a la banda en el Festival Estéreo Picnic, donde se dio a conocer la noticia una hora antes de que empezara la actuación. Al comunicarlo la banda en Twitter, rápidamente corrió como pólvora entre la multitud. No obstante, los organizadores salieron al escenario, justo antes de la actuación de Black Pumas, a anunciar la desgracia y pidieron un minuto de silencio en homenaje al baterista, que fue respetado por un público conmocionado por lo ocurrido. Muchos rompieron en llanto. En las pantallas del escenario se proyecto el mensaje “Taylor Hawkins por siempre”.

Diego Urbano, que vino de Perú solo para ver a Foo Fighters en concierto, dijo a Efe que prácticamente “llegaron y se encontraron el anuncio”. Es “una escena muy triste porque llegamos al escenario a ver cómo era la cosa, y los técnicos y el 'staff' estaba llorando, desmontando las cosas”, señaló. Juan Camilo, que los iba a ver por segunda vez tras haberlo hecho en 2015, dijo a Efe que Hawkins “es un básico y un referente” del rock. “Ha sido desconcertante enterarse a 20 minutos del inicio del concierto”, afirmó el joven, que de camino al festival venía escuchando la música de los Foo Fighters.

La última canción que interpretó Hawkins sobre el escenario, con su fiereza habitual, fue Everlong, cinco días antes, en el festival Lollapalooza en Argentina; uno de los grandes hits del segundo disco de Foo Fighters, The Colour And The Shape (1997). En el momento final, bajó de la batería y antes de juntarse con el resto de la banda para el saludo final, arrojó las baquetas al público. En ese miemo concierto, y como solía hacer habitualmente, Grohl y Hawkins se intercambiaron los papeles para que el batería pudiera cantar las versiones de Queen Somebody to Love y de Jane’s Addiction Been Caught Stealing, donde contó con la colaboración especial del propio Perry Farrell, según recordó la revista Rolling Stone.

Con casi 30 años de carrera, Foo Fighters, que empezó como la banda del batería de Nirvana, se han convertido en una de las más grandes del rock. Con diez discos de estudio, el último, Medicine at Midnight, apareció en 2021. La banda, que se formó en Seattle, comenzó a tocar en 1994 y Hawkins se sumó tres años después tras haber formado parte de Hot Chocolate, la banda que acompañaba en directo a Alanis Morissette. El nuevo batería grabó algunas partes del disco que en ese momento tenían entre manos, The Colour And The Shape, y a partir de ahí su vida ha estado unida al grupo, al que apenas le ha sido infiel con un proyecto personal, Taylor Hawkins and the Coattail Riders, donde además cantaba, y del que también formaba parte Chris Chaney de Jane's Addiction.

EFE - ElDiario.es

26-03-2022